LEVANTE
Los animales, pastoreados por Joan Garcia y Tomàs Lull, reducen de forma sostenible la espesura de los matorrales
La cabra tira al monte. Y al monte le viene de fábula que las cabras ramoneen a sus anchas. Tan desbaratado está el mundo que ahora el pastoreo es un proyecto pionero. Y necesario. Absolutamente, necesario.
El Verger ha entendido que las cabras son el presente y el futuro. Ya es una realidad el proyecto “Actuación silvopastoril sobre el coto de la Muntanyeta”. Un rebaño de 150 cabras pasta en este paraje. A los animales los pastorean Juan Garcia y Tomàs Lull.
El rebaño reduce la espesura de los matorrales y las pinadas. Así se previenen de forma sostenible los incendios forestales. Las cabras hacen sin armar ruido el trabajo de las motosierras y las trituradoras que habitualmente se emplean en las tareas de silvicultura preventiva. Este rebaño también mejora el estado cinegético (caza) de la montaña.