Noticia publicada en “EL PAÍS”
“Los responsables cinegéticos de la reserva de caza de Zamora avalan el plan para obtener ingresos, pero los ecologistas lo critican.
Los responsables de la reserva de caza de la Sierra de la Culebra (Zamora) han acordado sacar a subasta digital permisos para abatir a 12 lobos ibéricos, 12 corzos y 40 ciervos. La iniciativa llega en pleno debate sobre prohibición de la actividad cinegética del lobo en España, tal y como aprobaron en febrero las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica. Entonces se decidió la inclusión del cánido en un régimen de protección especial que impide su caza, algo que provocó las quejas airadas de los territorios con mayor presencia del animal: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, que aúnan al 95% de los ejemplares, así como de colectivos rurales o ganaderos. De esta forma, la especie tendrá el mismo estatus de protección en todo el territorio nacional, pero para ello se debe publicar la orden en el BOE y todavía no hay fecha. En la actualidad, el lobo está estrictamente protegido por debajo de la frontera del Duero y se puede capturar por encima de ese límite.
Los grupos ecologistas critican el sorteo de los lobos, que consideran una huida hacia adelante para continuar matando ejemplares. “La subasta no tiene efecto hasta septiembre, momento en el que ya debería haberse hecho efectiva la orden, asi que parece que Castilla y León piensa que no va a cambiar nada”, sostiene Ignacio Martínez, portavoz de Ascel, que no entiende la razón de la demora. El ministerio asegura que se sigue negociando con las comunidades autónomas para llegar a un punto común.
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La junta consultiva telemática que aprobó la subasta de caza, un mecanismo habitual en esta zona situada en el noroeste de Zamora, contó con la presencia de la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia, Clara San Damián. El responsable zamorano de la Federación Española de Caza, José Antonio Prada, explica que las motivaciones para mantener las batidas contra este mamífero se basan en el control de la especie, los daños que los ataques lobunos generan en las explotaciones ganaderas de la comarca y en el rendimiento económico que obtienen los pueblos que tienen parcelas en las reservas. “Cazar cada ejemplar de lobo cuesta unos 6.000 euros”, precisa, una cantidad que, si se multiplica por varios ejemplares, supone una importante inyección para las arcas de los pequeños ayuntamientos de esas poblaciones.
Los ingresos por caza en esa reserva en la temporada 2020/2021 superaron los 200.000 euros, una cifra habitual en los últimos años, según Carlos Pozuelo, encargado de caza mayor en la Federación de Zamora. “Ese dinero es solo la punta del iceberg, hay un gran gasto para los pueblos por parte de los cazadores”, añade, y valora las monterías como fuente de ingresos para esas localidades. El presupuesto de la localidad de Villadeciervos (350 habitantes), con parcelas integradas en la reserva, es de unos 500.000 euros, cantidad superior a la de núcleos más pequeños. Por tanto, Prada y Pozuelo insisten en que cancelar definitivamente esta actividad dañará al medio rural.
El apartado de reservas de caza de la Junta autonómica detalla que el terreno, en su 70% de propiedad municipal, abarca a 12 términos municipales y 41 núcleos. Asimismo, presenta al lobo como “pieza de caza mayor estrella”, mientras que Prada y Pozuelo calculan que hay unos 400 ejemplares en la provincia de Zamora de los 2.500 aproximadamente en toda España.
Sin ataques en la zona
Theo Oberhuber, cofundador de Ecologistas en Acción, acusa a la Junta de Castilla y León de estar “agilizando las matanzas antes de la protección del lobo” y asegura que esos parajes de Zamora no se caracterizan por los ataques frecuentes. También destaca que es “muy rentable” la observación de los lobos, pues existen varias empresas dedicadas al turismo relacionado con este animal. La coordinadora de conservación y responsable de Castilla y León de esta entidad, Carol Martín, tacha de “surrealista” la subasta. “Es un despropósito porque el Gobierno central ya está en proceso de proteger al lobo y porque ha quedado reconocido que la conservación del lobo no es favorable”, detalla Martín. Los ecologistas no entienden si esta subasta es “un pulso”, sobre todo porque se trata de un área donde “apenas hay quejas o problemas y es paradigma” de la convivencia con el cánido.
Los responsables cinegéticos de la Sierra de la Culebra matizan que ni siquiera saben si podrá desarrollarse la campaña con normalidad ante la polémica de la legislación planteada por el ministerio. Prada confía en que se lleve a cabo y que “se use el sentido común y se gestione como siempre”, pues cree que esta clase de políticas dificultan la vida rural: “No sé si el reto demográfico es acabar con los pueblos”. La ganadería es uno de los sectores que más intensamente se ha alzado contra el planteamiento de la prohibición de la caza del lobo. Pozuelo reivindica que este sector se ve gravemente afectado por las incursiones del animal en sus rebaños y tienen que lamentar muertes, abortos de las ovejas o perdidas en la producción de leche. “El lobo puede acabar con la ganadería extensiva y así se mueren los pueblos”, afirma.”