Publicado en “LA VANGUARDIA“
En una era marcada por la supeditación a las pantallas, la joven cabrera reivindica la importancia del sector primario.
“Valentina Muñoz Baso (28) es pastora, una de las 13.712 que existen en Catalunya según el mapa de explotaciones agrarias. Se calcula que solo un 20% de mujeres se dedica de forma profesional al sector primario en Catalunya. Valentina lo hace desde los 18 años en Artelac, una explotación ganadera ecológica de Sant Vicenç de Castellet, dentro del Parc Rural de Montserrat.
En su granja se completa todo el círculo productivo, desde el cultivo (también ecológico) del cereal que consumen los animales, quienes ayudan a limpiar y preparar los campos, hasta la producción de leche, quesos, yogures y otros deliciosos derivados lácteos. Apasionada de las plantas medicinales, que recolecta en el campo mientras pastorea, del silencio y de la compañía de su rebaño, tiene claro que no se cambiaría por nadie: “Si apareciera de repente alguien regalándome unas vacaciones de ensueño a Tailandia, por ejemplo, le diría que vale, pero solo si puedo llevarme conmigo a las cabras”.
La gratitud y las sorpresas que te dan los animales no te las dan las personas
¿Cómo acabó una mujer tan joven como usted trabajando de pastora de cabras?
Desde pequeña ya me gustaban mucho los animales. Tenía las cosas claras y quería dedicarme a trabajar con ellos más que con las personas, con las que nunca me he entendido demasiado. Así que me tiré de cabeza en cuanto vi la oportunidad. De niña había querido ser veterinaria, pero encontré otro camino y me enamoré de esto, y de mi marido. Empecé a los 18 y ya llevo diez años aquí.
¿Qué le da este trabajo que no le daría otra ocupación, por ejemplo, en una oficina?
Estoy al aire libre, hago deporte… y la gratitud y las sorpresas que te dan los animales no te las darán nunca las personas.
Hábleme de eso. ¿Qué tienen las cabras que no tenga yo?
Me comunico mucho mejor con ellas que con muchos seres humanos. Las cabras son agradecidas, te dan compañía y están siempre presentes. Los animales nunca fallan. Cuando me encuentro mal el primero que aparece a mi lado es mi perro Rocky. Aunque tampoco es que sean perfectos, no crea. Mis cabras también meten la pata a veces y hacen de las suyas, pero luego siempre vienen, te dan un golpecito con la cabeza y se disculpan.
Esta que se frota contra usted como si fuera un gato, ¿le está pidiendo perdón?
No, esta es Banyetes, que es muy empalagosa. Y aquella es Garfield, que también es muy cariñosa. Cada una tiene su personalidad.
¿Y qué tipo de travesuras hacen?
Pues, por ejemplo, más allá (señala otro campo, a lo lejos) hay un campo de olivos en el que no pueden entrar a comer, cosa que ellas ya saben. Pero, ¿ve a esa cabra? ¿La marrón oscuro? Pues cada vez que puede sale corriendo y se mete justo en esos olivos, aunque ya sabe que no debe. Las cabras entienden perfectamente lo que está bien y lo que está mal, son animales muy inteligentes.
¿Qué otras cosas hacen?
Pues el dicho “estás como una cabra” tiene su fundamento. A lo mejor ven una pendiente y de repente se lanzan por ella corriendo a toda velocidad, de lado o incluso de espaldas. O mire aquella, dándose cabezazos contra el árbol. Las cabras son imprevisibles, y muy divertidas. Creo que podemos aprender mucho de ellas, volvernos un poco más locos de vez en cuando.
Cuando me toca vigilar los campos me aburro, porque allí no pasa nada, pero con ellas en la montaña siempre sucede algo sorprendente. Si se tiran pendiente abajo, por ejemplo, yo también tengo que lanzarme, o de lo contrario tardaría mucho en dar toda la vuelta al camino, así que supongo que estar con ellas convierte lo que hago en una especie de aventura. A veces se meten por sitios impracticables, y entonces me toca ir reptando como un gusano, vientre pegado al suelo. Cada día es diferente.
Oiga, esa cabra acaba de darme un empujón.
Sí, se impacientan cuando creen que vas demasiado despacio. Hay que tener cuidado cuando pasas cerca de una pendiente porque si te descuidas te pueden tirar abajo.
Tendré cuidado. Y esa que nos mira fijamente y bala, ¿la está llamando?
Esa es Piga y sí, ese balido tan fuerte significa que nos demos prisa, que ya tienen ganas de bajar y continuar con el camino. Pero no se preocupe, si se alejan y ven que no venimos, sobre todo durante el camino de vuelta, nos vendrán a buscar.
No he tenido vacaciones en diez años, ni existen para mí los días de fiesta…
¿Se siente sola a veces?
En realidad, no me siento nunca sola: tengo a mi rebaño. Quizá alguna vez, cuando veo que mis amigas cuelgan fotos en Instagram de sus viajes, por ejemplo… Yo no puedo hacer ese tipo de cosas, porque las cabras no pueden quedarse mucho tiempo solas. Cada mañana hay que ordeñarlas, y cada tarde, sacarlas a pastar.
No he tenido vacaciones en diez años, ni existen para mí los días de fiesta, solo de forma muy puntual. Pero luego lo pienso y me digo que en realidad a mí no me hace falta. Para mí esto no es un trabajo, es algo que me gusta y que no hago nunca a desgana. No me pasa como a esas personas que se lamentan cuando se acaban sus vacaciones y tienen que volver a la rutina. Para mí cada día es como una fiesta, porque esto me apasiona. Y no necesito desconectar de algo que me encanta.
¿No le ve ningún inconveniente?
Echo en falta más civismo y respeto hacia los rebaños. Nosotros cultivamos lo que luego se comerán las cabras, por ejemplo, y muchas veces vemos cómo esos campos se convierten en un pipicán. A nadie se le ocurre que esos cultivos son comida y que cuando los recolectemos más adelante estarán llenos de la caca de su perro. O de piedras, que la gente tira a los campos sin ton ni son, sin pensar que después, cuando la cuchilla de la máquina tope con la piedra tendremos que cambiarla. Con los animales también me encuentro situaciones de poco respeto, aunque por suerte hay excepciones.
Alguna vez también he echado de menos hablar con alguien mientras trabajo, pero también las tengo a ellas para eso. ¡Hola, Bartolo!
Parece que Bartolo le devuelve el saludo. ¿Cuál es su secreto para guiar a estas trescientas cabras y que vayan donde usted necesita que vayan?
En los rebaños siempre hay un alfa que manda más que los otros. El pastor hace eso, se convierte en el alfa, y para hacerlo debe saber imponerse. Por ejemplo, no es lo mismo si yo les digo con un tono de voz suave, y como preguntando: «Chicas, ¿vamos abajo?», que si me empodero y subo el tono: «¡¡Hey!! ¡¡Todas abajo!! ¡¡Hey, hey, hey, hey!!»
Impresionante, han bajado todas en seguida.
(Risas) Sí, la actitud es importante. Cuando guías a un animal no puedes hacerlo como harías con una persona. Si tienes un perro, por ejemplo, no puedes reñirle diciendo: «Oye, que esto no está bien, por favor, deja de hacerlo». Ellos entienden de jerarquía y necesitan sentir que dominas la situación.
Espere, ¿y ahora adónde va? ¿Por qué corremos?
Tengo que ponerme delante del rebaño para guiarlas porque si me quedo detrás se irán para el otro lado, y este trozo peligroso.
La sigo. Pero, ¿cómo sabe el perro lo que tiene que hacer? Parece que entiende hasta sus miradas y sus gestos.
A Rocky lo entrené hace años. Antes, sin perro, era mucho más difícil.
¿Alguna vez se ha encontrado con una situación especialmente complicada?
La primera vez que salí con el rebaño. Yo no sabía gran cosa, ni tampoco llevaba perro, y en cierto momento el rebaño se dividió y unas cabras se fueron para un lado y las otras para el otro. Tardé mucho y fue muy angustioso, pero al final conseguí reunirlas.
¿Cree que la sociedad valora lo suficiente su trabajo?
A todos nos enseñan en la escuela cuáles son los diferentes sectores de la producción. El nuestro es el primario, de donde sale el producto. Creo que todos deberíamos recordarlo y estar más concienciados de su importancia. El sector primario es el que tira de todos los demás, porque sin agricultores y ganaderos no tendríamos verdura, fruta, carne o leche. Pertenezco al grupo Ramaderes.cat, que es un grupo de ganaderas que intenta que se visibilice que la mujer también se dedica a esto, y que lo hace muy bien. No solo nos dedicamos a cuidar de la casa y del rebaño, también podemos manejar maquinaria pesada y ocuparnos de todos los aspectos de las explotaciones.”